
Pero lo que ella no sabe es que el héroe de guerra yanqui no solo es su cérrimo enemigo, sino también su tutor. Y también que es mucho más difícil de matar de lo que ella creía. Dos personas tan apasionadas como tenaces... Dos adversarios tozudos pero de alma tierna... A veces, las batallas del corazón solo pueden ganarse con la más dulce de las rendiciones.

Susan Elizabeth Phillips
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